Reforma del inmueble

Para la inversión en vivienda destinada al alquiler, es conveniente adquirir una propiedad que necesite cierta renovación, en lugar de optar por una recién reformada o de nueva construcción. Esto se debe a que comprar una propiedad en necesidad de mejoras puede ofrecer un precio más asequible, lo que maximiza la capacidad de obtener la máxima financiación a través de un crédito hipotecario.

Es importante destacar que las reformas necesarias no deben ser costosas, ya que el objetivo principal es minimizar el gasto de capital propio tanto en la compra como en las renovaciones posteriores. Buscar propiedades que requieran un "lavado de cara" en lugar de una renovación completa puede ser una estrategia inteligente. Estas renovaciones pueden incluir mejoras cosméticas como pintura nueva, actualización de pisos o renovación de cocina y baño con opciones económicas pero atractivas.

Un punto muy importante a tener en cuenta al realizar las mejoras en la vivienda, es valorar si el capital a invertir puede suponer un incremento en el precio al que se va a alquilar la vivienda o no. Un error muy común que cometen algunos inversores es reformar la vivienda como si fuese a ser su propia residencia, gastando capital en reformas o mejoras que no van a aumentar el valor del alquiler.

Es importante realizar un análisis cuidadoso de costos y beneficios para asegurarse de que las mejoras sean rentables y contribuyan al aumento del valor y atractivo del alquiler de la propiedad.